Estamos TO VAGOS, pero no nos vamos a quedar sin viajar. Más exactamente, nos trasladamos a Little Tobago o la pequeña Tobago —en el acogedor Caribe.
Trinidad y Tobago (T&T)
Para los que no os acordéis de las clases de la escuela, es un país compuesto de dos islas mayores localizado a escasos kilómetros de las costas venezolanas.
Como podemos ver, la (isla) de Tobago es la que se sitúa más al este y al norte.
A continuación, un aperitivo de su voluptuosa vida natural:
Otra visión —más personal— de la zona y cositas para ver allí:
¿Y la pequeña Tobago?
Se trata de una (oh, sorpresa) pequeña isla al noreste de su hermana mayor:
De excursión a la pequeña Tobago
Atención
Para que la experiencia virtual sea satisfactoria, tienes que tumbarte en el sofá en posición horizontal con un plato de cheetos apoyado en la tripa y el mando de la tele en la mano (véase la foto de portada).
Vamos a navegar
El pueblo de Speyside en Tobago es el lugar ideal desde el cual poner rumbo a un par de islas deshabitadas: Little Tobago y St. Giles. Encaramos la proa hacia la primera. Acompañadme:
Dar una vuelta
El lugar fue una plantación de algodón a finales del siglo XIX y hay varios senderos cortos con unas vistas bastante chulas del entorno. Eso sí, son sendas rústicas y —como tales— pueden estar embarradas. El que avisa no es traidor.
Avistar aves
Una vez allí, no nos podemos perder el punto fuerte de la islita, el santuario de pajarillos.
No sé por qué, pero viajando siempre me entra hambre. Vamos a ello:
Reflexión
Viajar a un lugar calentito ahora que en las Castillas bajan las temperaturas, siempre es calidad de vida.
El Caribe es el destino preferido de nuestro reportero viajero de putolunes. Dentro de sus dominios, las Antillas menores son escasamente conocidas por el gran público, pero no por ello tienen menos encanto. Todo lo contrario.
Estimado luni lector ¿has estado en algún lugar recóndito y poco turístico del Caribe?
Ojo, del músico, no de la música, que es otro día distinto… ¿O es el mismo?
Sea como fuere, pongamos MÚSICA al lunes.
Hurgando en YouTube, he descubierto esto…
La música
Anteriormente, en este, vuestro blog, ya hablamos de música por aquí.
¿Qué tipo os gustaba más? Depende del estado de ánimo y del momento, claro. Para gustos, los colores: soul, jazz, rock, punk, salsa, merengue, pop, reggaet… ejem.
Una web curiosa que el equipo de redacción ha encontrado es ésta. Y una segunda más curiosa aún: esta otra.
Un músico (y la música)
Pasemos a saber el motivo por el cual se celebra todo este asunto musical y repasar algunos músicos molones.
Origen del día internacional
Religiosamente hablando, el día está dedicado a Santa Cecilia. La pobrecilla parece que fue decapitada justamente un 22 de noviembre (me refiero a la dimensión temporal, a justo ese día, no a que fuera merecido…).
¿Pero, por qué es la patrona de los músicos? La posible (aunque rara) explicación, aquí.
Otro día internacional muy sonoro y reconocido por la ONU, es el del jazz. Os lo recordaremos cuando proceda, allá por el mes de abril.
Músicos clásicos para la posteridad
Algunos de los grandes músicos básicos de épocas pasadas, son, por citar algunos:
Vivaldi. A no confundir con Vivaldi (¿pestañas al límite?).
Me he pasado. Centrémonos en uno solo, en el centroeuropeo Beethoven.
Resumen de la vida de Ludwig
Brevemente, que si no, os dormís:
– Comienza su existencia a finales del siglo XVIII (1770). Época ciertamente bélica.
– No le llaméis Beethoven, sino Ludwig, en confianza. El apellido es compuesto: «van Beethoven».
– Su padre y abuelo paterno también fueron músicos, así que, de casta le viene al galgo.
– Dejó la escuela para dedicarse por entero a la música con 10 años.
– Por un corto espacio de tiempo, tiene de profe a Haydn (ahora entendemos…).
– Ya de joven, se le conoce por lo excelsamente bien que improvisa al piano y — como no le agrada tener jefe— trabaja como «autónomo».
– Le gustaba descansar en el campo los veranos. Normal, las ciudades son un amasijo de gente metiendo ruido.
– Músico excepcional, compone algunas de sus obras (en total produce unas 400) estando «un poco teniente» (con 30 años había perdido un 60% de la audición y a los 46 se queda completamente sordo).
– Se ayuda de aparatos varios (ved su biografía en imágenes) y de las vibraciones de los instrumentos para seguir componiendo.
En la web de su casa, en Bonn, tenemos un recorrido por su vida en 58 imágenes. Disfrutadlo.
Corto el rollo, ponemos música:
Recomendamos encarecidamente su escucha.
¿Te tocas algo?
Luni que me lees ¿tocas o has tocado algún instrumento?
Al que diga la flauta, lo expulso del blog y le bloqueo en tuiter.
Yo mismamente, de muy pequeño, llegué a expresar todo mi arte interior manejando con una enorme maestría…
el triángulo. Y fue en primaria.
Algunos envidiosos dirán que es fácil… ¡JA!
Tocar el triángulo exige emitir la nota (o notas) en el instante exacto imprimiendo un preciso y firme torque de muñeca. Es por ello que somos tan pocos los genios de este sobresaliente instrumento.
Reflexión
La vida no es vida sin música. Ni sin músicos, claro.
¿Conocéis a algún músico de primera mano? ¿Cómo es? ¿Os ha tocado algo (con perdón de la expresión)?
Un saludo a nuestro amigo guitarrista de la redacción, David Palmer (ARRR!!!), amante de la música latina…
Chiste anti-lunes
Vamos con el chiste musical:
—¿Sabías que Ludwig van Beethoven dedicó la quinta sinfonía a su padre?
—¿Cómo lo sabes?
—Elemental. Fíjate en el comienzo: «pa… PARAAA… PAPAAÁ…»
Putoreto
Aquellos que estéis participando en el putoreto del mes, atención, pregunta:
¿Qué obra de Beethoven es la que más nos gusta a nosotros los lunis? (:
Para superar la prueba:
Debes escribir un comentario en este post (añadiendo alguna información o curiosidad cachonda adicional);
y, ADEMÁS, tienes que enviarme la respuesta correcta por DM a mi Twitter).
¡Buena suerte!
Feliz lunes
Desde las oficinas centrales de putolunes, os deseamos un fantástico comienzo de semana.
No. Nunca. No lo hagas. ¿Prestar dinero a amigos? No, gracias.
Hola, soy el primo de Putolunes, Don Putodinero (@putodineroes en Twitter) y me intentaré explicar a continuación.
Es una situación comprometida con un amigo
Te levantas un viernes por la mañana, feliz, de buen humor…
y viene alguien (conocido o amigo) a pedirte dinero. ¡ZÁS! Ya te han amargado el fin de semana.
Este tipo de peticiones (pecuniarias) nos ponen en un aprieto. Igualito que cuando te piden prestado un libro. Algo te dice que ya no lo vas a ver más…
Excepciones
– Me refiero a cantidades importantes, no a dar 5 euros o calderilla.
– Tampoco incluyo las emergencias. Ejemplo: han robado la cartera a tu mejor amigo y se ha quedado sin dinero en medio de una desalmada ciudad capitalista.
– Debemos considerar asimismo el tipo de relación que nos une con la persona pedigüeña. No es lo mismo que nos pida mandanga ese amigo que ni felicita por los cumpleaños, a que nos venga una persona que siempre está ahí para echarnos una mano.
Qué hacer si un amigo te pide dinero prestado
Sabiduría china sobre finanzas
Los chinos han sido desde la antigüedad muy sabios:
«Ante vicio de pedil, viltud de no dal» (Confundio, año 595AC aprox.)
Tabla POP para decidir si prestar dinero o no
Yo mismo, Putodinero, y desde el departamento de dinerito rico y finanzas de putolunes, os traigo una tabla para ayudaros a tomar la decisión menos equivocada posible.
En primer lugar, en el preciso instante en el que nos hacen la solicitud monetaria, podríamos actuar de la siguiente manera:
Sin dudarlo un segundo ni activar neurona alguna, abres Bizum y envías los euros al contacto que te pide. Fácil e indoloro —si no lo piensas.
O decir nanai del Paraguay. Que tú no prestas ni el boli Bic que robaste en 1987 en el Santander (soporte de plástico y cuerda sucia incluidos)…
O, por contra, puedes contestar: «dame un par de días, y me lo pienso». (*)
(*) Si elegiste «pensar», te pongo debajo una tabla que puede ayudarte a tomar una decisión.
La llamaremos tabla POP (Pide a Otro Primo):
Exponemos las 4 situaciones que pueden acontecer, fruto de la combinación de posturas que adoptan víctima (prestamista) y hamijo (prestatario).
Las consecuencias de estas acciones tendrán efectos directos sobre nuestra salud, tiempo, dinero y la supuesta relación de amistad.
Casuística y consecuencias al prestar dinero a un amigo
A) En el caso de que no se produzca el préstamo.
Lo hemos mencionado antes. La víctima (nosotros) se niega (nos negamos) a prestar el dinero. Rápido, efectivo, indoloro, práctico.
No perdemos salud (no daremos vueltas a la cabeza mientras esperamos de vuelta el money), ni tiempo (decimos que no tajante y velozmente), ni dinero (no prestamos la guita).
Respecto a la amistad… si es un buen amigo (e inteligente), seguirá siéndolo aunque no le prestes; si es un hamijo (un aprovechado o amigo de esos que solo te llama por el interés), se esfumará y matarás dos pájaros de un tiro. Es por ello que hemos puesto una carita sonriente en la casilla correspondiente.
B) Prestamos la cantidad que nos piden y nos la devuelven.
Salvo el coste de oportunidad al pasar el tiempo y tener la choja (pasta/dinero/plata) en manos de otro, ni tan mal. Recuperamos el montante y no nos afecta negativamente a la salud.
Considerando el factor tiempo, aunque devuelva la cantidad prestada, habremos cobrado un interés cero (por debajo de la inflación).
En lo relativo a la amistad, resaltar un PERO: si la personita que nos pide ve que le dejamos dinero fácilmente, puede volvernos a pedir en el futuro (y nosotros a dejarle, ya que la última vez lo devolvió y nos rodea una falsa seguridad), y esto puede provocar una nueva situación de riesgo repetida en el tiempo.
C) Prestamos la pasta y nos crece la barba hasta el suelo (da igual que seas chica).
El hamijo nos dará largas, nos pondrá de mala leche, perderemos el tiempo llamándole o enviando mensajes de recordatorio… bastante mal.
Sí, el dinero volverá a nuestras carteras, aunque tras pasar los meses, valiendo menos (¡hola inflación!).
Como hemos visto, para los casos B y C, si el dinero se devuelve sin intereses (como suele suceder en los préstamos entre conocidos), valdrá menos (sempiterna inflación). Por eso mismo hemos pintado una carita regulera en la tabla.
D) Prestamos el dinero y no hay devolución.
Si tomamos la nefasta decisión de prestar los merkels y el deudor no nos los devuelve, no solamente nos quedamos sin ellos, sino que habremos perdido salud mental (dando vueltas a en qué momento nos dejamos engañar de esta manera y por qué), tiempo (esperando ver el money de vuelta) y la «JAmistad» que nos unía con el pájaro en cuestión. Todo MAL.
Putoreto
Ah, me recuerda mi primo loco de los lunes que ¡este mes también hay PUTORETO!
Os invitamos (él y yo) a dejar un comentario aquí —en el blog, sobre este mismo post— para poder participar.
No hay más instrucciones por el momento. Estad atentos al pajarillo azul.
Reflexión sobre prestar dinero a un amigo
Lo mires como lo mires, prestar pasta a amigos o conocidos es un negocio maloliente (tanto financiera como emocionalmente hablando). No prestar dinero alguno es la mejor opción.
Salvo que haya una larga e intachable amistad (y ni así), o que te dé igual dar por perdido el dinero, no hagas préstamos.
Amado lector ¿has dejado dinero alguna vez? ¿Cómo te fue?
Empiezo yo: sí. Y me fue mal (porque no utilicé la tabla POP).
Cuéntame tu experiencia en tuister (@putodineroes). Y dame, obviamente, like y retuit (si no lo haces te enviaré al cobrador del tuit).
Chiste anti-lunes
Me dice también el plasta de mi primo que os cuente un chiste.
La confianza da asco:
Dos amigos… —Oye Manolo ¿me prestas 25 euros? —Bueno, vale, pero con la condición de que no te los quedes mucho tiempo. —Por eso no te preocupes, en una hora ya no los tendré.
Feliz lunes
Desde el implacable departamento de inversión y finanzas de putolunes, os deseamos un solvente inicio de semana.
Tened cuidado con el dinero.
Créditos:
– Emoticonos usados para la tabla POP, del proyecto Noto.
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