En estas fechas, es inevitable ponerse hasta el ojete de turrón… ya sea del blando o del duro, eso ya es cuestión de gustos. Nadie escapa a la deliciosa mezcla de miel, almendra y claras de huevo 🙂
Los orígenes del turrón tal y como lo conocemos hoy en día, datan de cuando los árabes trajeron este manjar desde la península arábiga hasta los países mediterráneos (España e Italia). O eso dicen los académicos.
Ahora mismo, los hay de mil sabores pero, a mí, el que más me gusta, es «el blando» o el de Jijona. También me mola el pan de Cádiz y los polvorones, pero los dejo para otro post de papeo. Qué, ¿os ha entrado el hambre? jejeje
De regalo, un chiste de los que nos gustan aquí en la oficina:
- Sr. García, bienvenido a la última entrevista del proceso de selección, ¿nivel de inglés?
- Alto
- ¿Cómo diría correr en inglés?
- To run.
- ¿Podría hacer una frase?
- Sí, claro: estas navidades me voy a poner fino de «to run».
- ¡Contratado!
jiji
Espero que moderéis el consumo de este producto (y de otros) y lo compartáis con vuestros seres más queridos 😉
Saludos con los dedos dulces y pegajosos…
Créditos: imagen original: https://www.flickr.com/photos/mumumio/38719251781/in/photostream/ con licencia CC BY 2.0.