¡Al Caribe! Excursión a isla Saona

Lo sabemos, estamos en noviembre, no es verano. No vivimos en la República Dominicana (que es el país donde está la isla Saona). ¿O sí?

A aquellos que nos leéis desde aquel maravilloso lugar, enhorabuena. A los que estáis (estamos) al otro lado del océano: recordemos que la mente es poderosa. No estamos allí físicamente, pero podemos ir mentalmente. Acompañadme.

¿Dónde está la República Dominicana?

Dónde va a estar ¡en el Caribe! (Sí, nos gusta mucho. Qué le vamos a hacer…)

Existen muchos sitios interesantes dentro de la república. Pero hoy elegimos la espectacular isla Saona.

Y ¿dónde se encuentra isla Saona?

Al sureste del país. Forma parte del Parque Nacional Cotubanamá.

¿Cómo llegar?

Algo muy común (en caso de viajar físicamente) es aterrizar en el Aeropuerto Internacional de Punta Cana, para luego alojarse en algún resort de Bávaro o la misma Punta Cana. Desde nuestro hotel, habrá que ir al pueblo de Bayahíbe, que es de donde parten las embarcaciones que nos llevarán finalmente a la isla.

Obviamente, hay varias opciones a la hora de contratar la excursión: vía hotel, vía agencia, por libre… en este viaje online todo es más fácil. Poneos el bañador y acompañadme.

De excursión por la isla

Se trata de una islita de unos 110km2, de gran riqueza en cuanto a fauna y flora: especies endémicas, lagunas, manglares, corales, tortugas… echad ojo a la Wikipedia.

¿Qué hacemos en isla Saona?

A continuación os mostramos un vídeo de lo que puede ser una excursión típica. Os podéis hacer una idea de cómo es y lo que hacen (hacemos) el 90% de los turistas. No os agobiéis, que luego os damos más pistas para disfrutar.

Descripción visual de una excursión estándar.

En las imágenes cuentan que la piscina natural está a 400km de la costa. Se han confundido de unidad… jejeje. Son unos 400 metros 🙂

Vamos con las actividades para deleitarnos

Podremos:

– Bañarnos en las denominadas «piscinas naturales» (sale en el 3:55 del vídeo anterior). Estas piscinas, realmente son creadas por bancos de arena (por ejemplo, el que está en frente de la playa La Palmilla) que tienen como efecto que el agua no nos cubra más de un metro aprox… Ideal para los que tienen miedo si no hacen pie.

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Atención
Gafas de sol (sunglasses)

Como nos estamos teletransportando a través de cables y ondas, para mejorar tu experiencia virtual caribeña, es necesario que en este preciso momento te quites los calcetines, coloques un barreño con agua templada en el suelo y metas los pinreles dentro.

Igualito a estar allí.

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Prosigamos con más cosas que hacer:

– Ver pececillos de colores y estrellas de mar. Digo ver, no cogerlas. Y mucho menos manosearlas y sacarlas del agua… Hay controversia al respecto pero, desde putolunes, estamos a favor de no molestar mucho a seres vivos. Vive y deja vivir.

– Una vez llegados a la isla, pasear por el pueblo de pescadores. Se llama Mano Juan.

– Visitar un santuario de tortugas. Parece que llegan a Saona 3 especies, sobre todo, la tortuga carey.

Vídeo con tortuguitas.

– Sacarnos la típica foto pal feis (o instagram si somos guapos) apoyados en una palmera. Cuidado con los cocos ¡que pueden caer! (sí, todos esos cocos que se ven por la arena, cayeron en algún momento de su árbol)

– Ya en el plano lúdico, bailar merengue o bachata gracias a las animaciones organizadas.

– Por último (la opción más chula), alojarnos allí y así gozar de los momentos con menos visitantes. ¿Es posible?

Alan nos muestra la isla cuando todos se van (minuto 6).

Espero que os haya gustado. Coged una toalla y secaos los pies.

Os dejamos con consejos adicionales.

Ojo también a…

Si hacéis el viaje real, estad atentos a las siguientes cosillas:

– Coged y poneos un protector solar. Hemos visto espaldas más rojas que la bandera de china (ponerse la toalla en plan poncho es una solución).

– Llevad, si os gusta, un snorkel o gafas de buceo. En algunas excursiones suelen tener, pero si ya lo llevamos, mejor.

– Una mochila resistente al agua o que no se eche a perder si se moja es muy práctica en este tipo de excursiones. Estaremos pasando del barco al agua o del agua a la arena todo el tiempo.

– El pompis se os podrá quedar dolorido si el trayecto de ida y vuelta es en lancha rápida. Los asientos son duros y la embarcación suele dar bastantes botes dependiendo del brío que le ponga el piloto.

– Normalmente, si el trayecto de ida lo haces en lancha, el de vuelta es en catamarán (o viceversa). Pero conviene asegurarse y preguntar.

– El viento al navegar también será importante, así que unas gafas de sol y/o gorra bien fijada a la cabeza pueden ayudar.

– Con toda seguridad, en la parada de la piscina natural, te sacarán fotos para inmortalizar el momento. Atención al precio y al regateo.

– Ah, respecto a la guita, llevad dinero en efectivo por si hacéis alguna compra.

– Y, como siempre: lo barato sale caro. Puede no merecer la pena ahorrarse 30 dólares si el barco en el que montas no tiene los papeles en regla (licencia, seguro, etc). A veces se nos olvida.

Chiste anti-lunes

Lo mejor del lunes:

feliz lunes

Disfrutad del sol y el calor allí donde estéis.

Tened cuidado con el lunes.

Créditos: imagen de portada cortesía de nuestro fotógrafo en la redacción.

La felicidad… qué es (según Ortega y Gasset)

La felicidad… ¿qué es? Como ejemplo, levantarse a las 7 de la mañana un lunes, creemos que no es felicidad (salvo que cojas un avión al Caribe, ahí todo perfecto).

Aquí en la redacción de putolunes, no sabemos qué es ser feliz, pero la mayoría de nosotros sí intuimos qué es o cómo no serlo. O, al menos, sabemos qué cosas de la vida no nos gusta hacer. Por tanto, parece lógico que, cuanto más llenemos nuestro día a día con cosas que nos gusten y nos den alegría, mejor.

Vamos a ver qué dice gente con neuronas más preparadas acerca del tema (los filósofos). Este lunes, escuchamos a José Ortega y Gasset. Echad un ojo a su vida y entorno, que suelen ser relevantes para comprender cómo desarrolla sus ideas.

Definición de felicidad

Según el filósofo Ortega y Gasset, disfrutaremos de una mayor felicidad cuanto más se parezcan nuestra vida ideal y nuestra vida real.

Asimismo, cuanto más tiempo pasemos haciendo actividades que nos satisfacen, más felices vamos a ser. Véase el ser feliz de aquí abajo:

Perro feliz retozando en el campo.
Felicidad campestre. ¿Os da envidia?

¿Qué os parece? ¿Estáis de acuerdo con la definición que hemos dado de felicidad? En ese caso, ¿cuál sería vuestra vida ideal?

Describid un día cualquiera de esa vida ideal y comprobad si se parece a la vida real que lleváis. ¿Difieren mucho? ¿Sí? Houston, tenemos un problema. Hay que cambiar algo.

En caso de que seáis 100% felices, ¡¡¡enhorabuena!!! Pero en el caso de que no lo seáis o queráis serlo más… ¿Qué hacer? ¿Cómo conseguir que nuestro día día se parezca a la vida perfecta?

Hay personas que me dicen que lo consiguen rebajando sus expectativas, aunque, no se trata de bajar el listón de nuestra vida ideal, sino de conseguir que nuestra vida terrenal sea mejor, ¿no?

Desde este blog, os animamos a que cambiéis o eliminéis -poco a poco- todo aquello que no os gusta de vuestras vidas.

¿Listos?

feliz lunes

Ahora, la vitamina anti lunes (el chiste):

—chico a chica: Quiero que nos casemos y seamos felices

—chica a chico: Decídete.

Esperamos que os haya gustado el post pequeñín de hoy y que os hayan entrado ganas de filosofar. ¡Un saludo a mi profe de filosofía de secundaria! ¡Un grande!

Como siempre, tened cuidado con el lunes, no saltéis innecesariamente, y estad atentos el resto de la semana.

Saludos feliz como una perdiz.

Créditos: imagen de perro (CC0) y hombre saltando (CC0).

Cuba: La Habana vieja.

La parte más antigua de La Habana está repleta de edificios construidos en diferentes épocas y estilos (desde el barroco hasta el art decó). Es una maravilla pasear por ella y disfrutar de sus fachadas y elementos arquitectónicos varios…

Si lo hacemos, encontraremos museos dignos de ser visitados y -poder así- huir del calor, que puede ser achicharrante si elegimos la temporada estival: el Museo de la Ciudad, el Museo de la Navegación o el Museo del Arte Colonial son claros ejemplos.

Os proponemos aquí un recorrido corto (para realizar en un día) por la parte vieja de La Habana; debéis visitar -como mínimo- los siguientes lugares:

  • La Catedral de la Habana, en la plaza del mismo nombre: acabada en el 1787 y de fachada en estilo barroco. La plaza, es la más moderna (1700) de las 5 plazas que existen en la zona vieja (en su día amurallada).
  • La plaza de armas (la más antigua, sobre 1520, ubicada en el centro neurálgico de la villa en ese momento de la historia, destinada a un uso militar) y el Castillo de la Real Fuerza (con su museo del fuerte).
  • El Palacio de los Capitanes Generales (aquí dentro se ubica el Museo de la Ciudad, sí o sí hay que entrar).
    En el exterior, encontramos la famosa calle con «ladrillos» de madera (es parte de la actual calle Tacón). Cuenta la leyenda que, el que fue Capitán General en aquellos años (siglo XIX), la mandó pavimentar así, harto del ruido que hacían los cascos de los caballos al pasar sobre las calles empedradas.
    ¡Qué importante es la contaminación sonora!
  • Las calles Obispo y Mercaderes: para disfrutar paseando sin prisa entre tienditas y museos. Podemos admirar, además, casas datadas de finales del sXVI.

Enlazamos aquí un video muy majo (tipo 360º) en el que se ve la Habana vieja:

Disfrutad de todos los enlaces que os hemos dejado y esperamos que os hayáis trasladado, aunque sea, mentalmente, a esas tierras tan interesantes 🙂

Saludos históricos.

Créditos: video de VR Gorilla – Virtual Reality Productions.

Links externos: https://www.cuba.travel/destinos/la-habana