No. Nunca. No lo hagas. ¿Prestar dinero a amigos? No, gracias.
Hola, soy el amigo de Putolunes, Don Putodinero (@putodineroes en Twitter) y me intentaré explicar a continuación.
Es una situación comprometida
Te levantas un viernes por la mañana, feliz, de buen humor… y viene alguien (conocido o amigo) a pedirte dinero. ¡ZÁS! Ya te han amargado el fin de semana.
Este tipo de peticiones pecuniarias (los préstamos) nos ponen en un aprieto. Igualito que cuando te piden prestado un libro. Algo te dice que ya no lo vas a ver más…
Excepciones
– Me refiero a cantidades importantes, no a prestar 5 euros o calderilla.
– Tampoco incluyo las emergencias. Ejemplo: han robado la cartera a tu mejor amigo y se ha quedado sin dinero en medio de una desalmada ciudad capitalista.
– Debemos considerar asimismo el tipo de relación que nos une con la persona pedigüeña. No es lo mismo que nos pida mandanga ese amigo que ni felicita por los cumpleaños, a que nos venga una persona que siempre está ahí para echarnos una mano.
Qué hacer si un amigo te pide dinero
Sabiduría sobre finanzas
Los chinos han sido desde la antigüedad muy sabios y también han meditado sobre los préstamos y prestar dinero.
«Ante vicio de pedil, viltud de no dal» (Confundio, año 595AC aprox.)
Tabla para decidir si hacer el préstamo
Yo mismo, Putodinero, y desde el departamento de dinerito rico y finanzas de putolunes, os traigo una tabla para ayudaros a tomar la decisión menos equivocada posible.
En primer lugar, en el preciso instante en el que el supuesto amigo nos hace la solicitud monetaria, podríamos actuar de la siguiente manera:
- Sin dudarlo un segundo ni activar neurona alguna, abres Bizum y envías los euros al contacto que te pide. Fácil e indoloro —si no lo piensas.
- O decir nanai del Paraguay. Que tú no prestas ni el boli Bic que robaste en 1987 en el Santander (soporte de plástico y cuerda sucia incluidos)…
- O, por contra, puedes contestar: «dame un par de días, y me lo pienso». (*)
(*) Si elegiste «pensar», te pongo debajo una tabla que puede ayudarte a tomar una decisión.
La llamaremos tabla POP (Pide a Otro Primo):
Exponemos las 4 situaciones que pueden acontecer, fruto de la combinación de posturas que adoptan víctima (prestamista) y hamijo (prestatario).
Las consecuencias de estas acciones tendrán efectos directos sobre nuestra salud, tiempo, dinero y la supuesta relación de amistad.
Consecuencias de prestar dinero a amigos
A) En el caso de que no se produzca el préstamo.
Lo hemos mencionado antes. La víctima (nosotros) se niega (nos negamos) a prestar el dinero. Rápido, efectivo, indoloro, práctico.
No perdemos salud (no daremos vueltas a la cabeza mientras esperamos de vuelta el money), ni tiempo (decimos que no tajante y velozmente), ni dinero (no prestamos la guita).
Respecto a la amistad… si es un buen amigo (e inteligente), seguirá siéndolo aunque no le prestes; si es un hamijo (un aprovechado o amigo de esos que solo te llama por el interés), se esfumará y matarás dos pájaros de un tiro. Es por ello que hemos puesto una carita sonriente en la casilla correspondiente.
B) Prestamos la cantidad que nos piden y nos la devuelven.
Salvo el coste de oportunidad al pasar el tiempo y tener la choja (pasta/dinero/plata) en manos de otro, ni tan mal. Recuperamos el montante y no nos afecta negativamente a la salud.
Considerando el factor tiempo, aunque devuelva la cantidad prestada, habremos cobrado un interés cero (por debajo de la inflación).
En lo relativo a la amistad, resaltar un PERO: si la personita que nos pide ve que le dejamos dinero fácilmente, puede volvernos a pedir en el futuro (y nosotros a dejarle, ya que la última vez lo devolvió y nos rodea una falsa seguridad), y esto puede provocar una nueva situación de riesgo repetida en el tiempo.
C) Prestamos la pasta y nos crece la barba hasta el suelo (da igual que seas chica).
El hamijo nos dará largas, nos pondrá de mala leche, perderemos el tiempo llamándole o enviando mensajes de recordatorio… bastante mal.
Sí, el dinero volverá a nuestras carteras, aunque tras pasar los meses, valiendo menos (¡hola inflación!).
Como hemos visto, para los casos B y C, si el dinero se devuelve sin intereses (como suele suceder en los préstamos entre conocidos), valdrá menos (sempiterna inflación). Por eso mismo hemos pintado una carita regulera en la tabla.
D) Prestamos el dinero y no hay devolución.
Si tomamos la nefasta decisión de prestar los merkels y el deudor no nos los devuelve, no solamente nos quedamos sin ellos, sino que habremos perdido salud mental (dando vueltas a en qué momento nos dejamos engañar de esta manera y por qué), tiempo (esperando ver el money de vuelta) y la «JAmistad» que nos unía con el pájaro en cuestión. Todo MAL.
Reflexión sobre préstamos
Lo mires como lo mires, prestar pasta a amigos o conocidos es un negocio maloliente (tanto financiera como emocionalmente hablando). No prestar dinero alguno es la mejor opción.
Salvo que haya una larga e intachable amistad (y ni así), o que te dé igual dar por perdido el dinero, no hagas préstamos.
Amado lector ¿has dejado dinero a un amigo alguna vez? ¿Cómo te fue?
Empiezo yo: sí. Y me fue mal (porque no utilicé la tabla POP).
Cuéntame tu experiencia en tuister (@putodineroes). Y dame, obviamente, like y retuit (si no lo haces te enviaré al cobrador del tuit).
feliz lunes
putoreto
Ah, me recuerda mi amigo loco de los lunes que ¡este mes también hay PUTORETO!
Os invitamos (él y yo) a dejar un comentario aquí —en el blog, sobre este mismo post— para poder participar.
No hay más instrucciones por el momento. Estad atentos al pajarillo azul.
Chiste anti-lunes
Me dice también el plasta de mi primo que os cuente un chiste.
La confianza da asco:
Dos amigos…
—Oye Manolo ¿me prestas 25 euros?
—Bueno, vale, pero con la condición de que no te los quedes mucho tiempo.
—Por eso no te preocupes, en una hora ya no los tendré.
Desde el implacable departamento de inversión y finanzas de putolunes, os deseamos un solvente inicio de semana.
Tened cuidado con el dinero y con prestar nada.
Créditos:
– Emoticonos usados para la tabla POP, del proyecto Noto.