Tras pasar todas las fiestas navideñas jartándonos a gambas y turrón, quién no ha escuchado o pronunciado estas terribles palabras… «la cuesta de enero».
Efectivamente: sube la luz, sube el gas y sube el precio de los envíos ordinarios en Correos (de 2,50 a 2,70€[1] para un paquete de unos 250g, es decir, un 8%). Cuestón.
Vamos más allá. ¿Queremos que todos los meses de nuestra vida sean en cuesta (económicamente hablando)?
Realidad
Si observamos a las personas que cohabitan con nosotros, podemos ver —siempre hablando en general, claro— los siguientes hechos:
- Vivimos al día.
- No ahorramos nada o casi nada.
- No sabemos calcular nuestro patrimonio.
- Gastamos como si no hubiera un mañana.
- Desconocemos qué significa invertir ni cómo hacerlo (o peor, creemos que invertir se reduce a comprar una casa y venderla más cara).
- Dependemos de una única fuente de ingresos (normalmente un trabajo por cuenta ajena).
- Sucede un imprevisto y tenemos que pedir dinero…
¿Queremos vivir en la incomodidad financiera hasta nuestra jubilación (que tampoco se antoja muy abundante)?
Responded (responde) con honestidad:
a) Sí, la incomodidad y el peligro me molan.
En caso de elegir esta respuesta, puedes ir directo al chiste y seguir con total normalidad tu lunes.
b) No/No sé muy bien qué me quieres contar o vender.
Sigue leyendo, por favor.
Propósitos financieros (plan) para el 2022
En enero, como sabemos que la salud es lo primero, toda la gente se apunta al gimnasio a hacer ejercicio (o se propone dejar de fumar, o ponerse a dieta o beber menos cervezas de marca blanca).
Os proponemos, a continuación, un tipo de ejercicio que mejorará nuestra salud —no física— sino financiera y cambiará (esperemos) vuestras vidas.
Ah, y tener sacos y sacos de dinerito rico quita muchos dolores de cabeza, así que estaríamos, a la vez, mejorando también nuestra salud física. Dos saludes por el precio de una.
Tenemos un plan «finness»
Finness = fitness financiero
Un poco malo el chiste, sí.
– Duración: en principio, 12 11 meses (11, porque casi es febrero).
– Intensidad: será a tu ritmo, aunque dependerá de cómo estés de bancariamente saludable.
– Cuándo empiezo: ahora.
Paso 1: qué quiero
1.1. Pregunta inicial impepinable:
¿Qué espero de la vida?
¿Qué vida quiero llevar? ¿Cuál es la vida ideal a la que aspiro?
Posibles respuestas:
- Necesito imperiosamente vivir en un casoplón en [sitio exclusivo], aparcar mi [marca de coches lujosa] en el patio trasero y todos los domingos poner a rugir la sala de máquinas de mi [yate chupi con nombre en letras doradas].
- No me importa madrugar a las 7 para ir al curro, siempre y cuando pueda irme una vez al año a Punta Caña.
- Me conformo con ver fútbol en abierto y bajar al bar de la esquina a tomar unas rubias turbias (y que Pepe me saque unas saladillas).
- Compraré una huerta y viviré en una casita de adobe que me construiré yo mismo, mientras paso las tardes haciendo acroyoga y cenando aritos de cebolla ecológica.
Todas las respuestas pueden ser correctas.
Lógicamente, nuestras necesidades de guita serán diferentes dependiendo de qué vida queramos llevar.
1.2. Detalles de mi vida ideal
Grosso modo, todos tenemos una aproximación del estilo de vida soñado. Pero necesitamos ser concretos.
Describe y anota con minuciosidad un día cualquiera de tu vida ideal. Atención, no vale un sábado. Que sea un lunes.
- ¿A qué hora me despierto en mi maravilloso y amado lunes ideal? ¿Solo o acompañado? ¿De quién?
- ¿En qué lugar (casa, apartamento, cabaña, bajo un puente)?
- ¿Qué país (Nueva Zelanda, Cuba, Isla Mauricio)?
- ¿Qué desayuno?
- ¿Me he despertado violentamente oyendo el sonido terrible del despertador?
- ¿Voy luego al gimnasio? ¿A la biblioteca? ¿O a pasear por la playa? ¿Quizá a tomar un café en el bar de Pepe?
- ¿Qué como? ¿Con quién? ¿Dónde (mi hogar, el restaurante de moda, la posada de la comarca)?
- ¿Me echo la siesta? (Evidentemente, sí. Siempre sí. nunca no. Es calidad suprema.)
- ¿Qué hago por la tarde?
- ¿Salgo a hacer unos hoyos al club?
- ¿O quedo con amigos? ¿Voy a donde viven ellos en coche o en metro?
- ¿Qué ceno? Sí, en la redacción de putolunes nos deleita comer (y cocinar).
- ¿Qué libro leo antes de caer en brazos de Morfeo en una ultraconfortable cama King size?
- ¿O pongo una serie de Redflix?
No tires la descripción que has hecho de tu día (lunes, martes o jueves) ideal. Nos servirá para dar el próximo paso hacia la requerida salud financiera.
Reflexión
¿De verdad que queremos sentir un sinvivir constante pendientes a cada minuto del puto dinero? ¿Que las decisiones que tomamos en nuestra vida se encuentren condicionadas por su culpa? ¿No poder mandar a la mierda a ese jefe tan «peculiar» porque nos quedaríamos con una mano delante y otra detrás?
Entendido. Entonces, vamos a llevarnos bien con el money, ser sus colegas. Y para ello hay que conocerlo bien a él (a Don Dinero) y conocernos antes a nosotros mismos.
Tener meridianamente claro quiénes somos y qué esperamos de nuestras vidas determinará las necesidades pecuniarias que tengamos. Necesitar menos significará obtener más libertad. Efectiviwonder, menos es más.
Chiste anti-lunes
Como de costumbre, que no nos falte el humor…
—¿Pepe, te vas de vacaciones a Italia?
—No ¿por qué lo dices?
—Dijiste que ibas directo a la Provenza…
—Provenza no, pobreza.
Feliz lunes
Me dice mi primo, responsable máximo de putolunes, que os desee un buen inicio de semana y un inmejorable lunes.
Tened cuidado con el dinero.
Créditos:
– Calendario de Pixabay.
Referencias:
[1] Precio del envío ordinario a enero de 2022.