No, no nos referimos a ese conductor de la línea 113 con barba tan sexy… sino a esos bichitos del reino animal, pertenecientes al orden de los roedores y género Rattus. Nuestras amigas las ratitas.
Ratas al volante
Observad detenidamente el vídeo con los animalitos conduciendo:
En este artículo de la BBC cuentan algún detalle más. El paper, con toda la explicación que queréis, aquí [1].
– Las ratas bajan sus niveles de estrés al conducir estos vehículos. Como bien dice el presentador, sucede lo contrario en los humanos. Será que cuando llegamos al destino no nos recibe la Guardia Civil con gominolas de frutas.
– Se demuestra la plasticidad del cerebro ratuno. Ratas «cuarentonas» aprenden a pesar de los achaques en sus caderas pelonas.
– Para estos animalillos no es lo mismo ir de pasajero que ser conductor. En los humanos pasa lo mismo, diría yo. Por eso los copilotos suelen ir plácidamente dormidos (salvo que seas Luis Moya, claro).
– Disponer de entornos complejos estimula a los seres vivos. Y, al contrario, vivir en lugares aburridos atocina el cerebro. Las ratas que viven con más interacción y estímulos externos (juguetes que les ponen los investigadores) aprenden más rápido.
¿A que son monas?
¡A quién no le gusta que le hagan cosquillitas!
Además, no hace falta sacarlas a las 7 de la mañana al parque.
Conducción humana Vs conducción roedora
Ahora lo entiendo… a esos coches que no señalan el cambio de carril o que van a salir de una rotonda… ¡les falta el cable de marcar intermitente!
También me siento muy roedor cuando me toca ir al psicotécnico para renovar el carnet. Quitad el sonido, porque los comentarios son insufribles (id directamente al 8′ 44″):
___
Desde putolunes llamamos a la prudencia en carretera:
mantened una velocidad moderada, no juguéis con el móvil y conservad la distancia de seguridad.
Aprendamos algo de nuestras amigas las ratas, porfi.
___
Reflexión
El mundo que nos rodea influye en nuestros cerebros y éstos se adaptan a él en mayor o menor medida. Sin elementos atractivos externos, las neuronas acaban más oxidadas que las cucharillas de café del Titanic.
¿Que pensáis? Vuestro entorno cercano ¿os cuece u os enriquece?
Hora de jugar
¡Atención, que tenemos episodio nuevo de nuestro juego!
Con más efectos especiales (cartel de risas) pero el mismo humor de siempre.
Este tercer capítulo tiene una dificultad mayor que los anteriores, que eran únicamente para entrar en calor. A ver qué os parece.
¡Espero que lo disfrutéis! (id al enlace del episodio III)
Chiste anti-lunes
Solamente hoy, 2×1.
Chiste familiar:
—Mami ¿puedo coger el coche?
—No sin mi supervisión.
—Ah, oye, perdona por no tener superpoderes como tú…
Y chiste laboral. Lo podéis contar en el curro:
—David ¿tu jefe conduce?
—No sé, no he probado a electrocutarlo…
Feliz lunes
Desde las oficinas centrales de putolunes, os deseamos plena armonía con vuestros vehículos.
Tened cuidado con el lunes.
Créditos:
– Imagen de portada de Kai Schreiber en Flickr.
Referencias:
[1] L.E. Crawford, L.E. Knouse, M. Kent, D. Vavra, O. Harding, D. LeServe, N. Fox, X. Hu, P. Li, C. Glory, K.G. Lambert,
Enriched environment exposure accelerates rodent driving skills,
Behavioural Brain Research,
Volume 378,
2020,
112309,
ISSN 0166-4328,
https://doi.org/10.1016/j.bbr.2019.112309.
(https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0166432819311763)