En septiembre, toca vuelta al cole. Y a la redacción. 🙁
Final de las vacaciones
Se acabó aparcar en cualquier lado como sucedía en agosto, cuando las calles de las ciudades se quedan casi vacías. Efectivamente, ya ha vuelto al tajo hasta el becario, no os digo más…
Equipamiento
Tanto en la vida como en el trabajo, hay que estar bien preparado por lo que pudiera pasar. A continuación, os mostramos una lista con el equipo recomendado por los técnicos de putolunes para una vuelta exitosa al curro/clase:
Atuendo
Ya sabemos que una buena presencia lo es todo. Aunque, de cara a la vuelta al cole, preferimos anteponer seguridad física a elegancia.
Si bien las armaduras clásicas poseen un encanto innegable (¿qué me decís del imperial Carlos V a caballo, eh?), desde la redacción os aconsejamos una protección integral tipo TEDAX:
Empleado de PUTOLUNES entretenido en un proyecto.
Más detalles sobre esta línea de ropa y sus complementos, aquí.
Material de oficina
Sin quererlo, en algún momento dentro de las 8 horas de trabajo, podríamos vernos obligados a defender nuestra vida mediante métodos no pacíficos.
Siempre se ha dicho que un ataque es la mejor defensa (pulsad en la imagen para más detalle):
Elemento indispensable, la socorrida taza (o mug para los angloparlantes) nos servirá para acudir al que es centro neurálgico de la oficina: la máquina de café. Allí nos daremos pequeños chutes legales de energía líquida.
Lo mejor para empezar un LUNES con chispa.
El mes pasado invité a estos colegas a un “café corto de café con sacarina” en nuestra TAZA de putolunes, y mirad lo que pasó:
Lunes extremo.
Estad atentos al tuister, que os daré pistas de cómo ganar una igual…
LOS amigos
En situaciones difíciles, no les encuentras ni conduciendo un camión de donetes. Aunque, no desesperéis, porque cuentan los gurús de la vida que quien tiene un libro tiene un amigo…
Pues bien, he aquí un ídem que os puede ayudar a lidiar con los seres no amistosos (o directamente nocivos) que tengáis alrededor:
Bernardo es bastante activo en redes sociales y sus vídeos cortos en Youtube son muy prácticos. Me agradan mucho.
Evasión
Como último recurso, siempre nos quedará HUIR gracias a la sección de viajes virtuales del blog:
También os podéis acercar a vuestra agencia de viajes más cercana y robar unos folletos de Cuba. A continuación, compráis unos marcos para fotografías, recortáis las fotos más chulas, et voilà. Seréis la envidia de toda la oficina.
Reflexión
Se nos ha hecho muy dura la vuelta al curro. Un mes te hace desconectar totalmente… demasiado quizá. Ya no te acuerdas ni de la clave para entrar en Windowz.
¿Y vosotros? ¿Os tomáis todo el mesecito de agosto de vacas? ¿o solamente unas semanas? ¿Cómo preferís?
Dejadnos las respuestas aquí en el blog o vía Twitter (likes y retuits son siempre bien recibidos, no os hagáis de rogar).
Chiste anti-lunes
La vuelta al cole es tal que así:
—Profe ¿verdad que no se debe castigar a un niño por algo que no ha hecho? —Así, es Jaimito. —Pues, no he hecho los deberes…
Feliz lunes
Desde la redacción de putolunes os deseamos un buen comienzo de semana y una magnífica vuelta al cole/ofi.
Tened cuidado con el lunes.
Créditos:
-foto traje de desactivación de bombas: https://en.wikipedia.org/wiki/Bomb_suit#/media/File:%C3%9Cbung_Northern_Coast.jpg
—Poseidón: Pasa, pasa, ven a la cocina, que estoy preparando unas sardinitas fritas…
—Reportero putolunes: (tosiendo por el humo) sentimos interrumpirle, pero queremos hacerle unas preguntas sobre mitos y leyendas y, pensamos que Ud., como deidad que es, nos podría responder adecuadamente.
—Poseidón: ¡Dispara!
—R: Si me permite, iré directo a la pregunta. Veníamos a confirmar que el trabajo dignifica. ¿Qué nos puede decir de ello?
—P: ¡Mekagüen yo mismo! (lanza una sardinilla enharinada contra el suelo) ¡Siempre igual! ¡¡¡Eso no me corresponde!!! Los temas laborales los lleva Ponos… el reponsable de trabajo y rollos laborales.
—R: Perdone Ud., lo sentimos muchísimo. No queríamos molestar. ¿Vive cerca ese tal Ponos? ¿Sabría si nos podría atender?
—P: Puf, macho, no sé. La verdad es que me enfadé con él hace tiempo.
—R: ¿Por?
—P: Nada, un día, yendo a currar, a las 7 de la mañana, va y me suelta: “Posi, colega, el trabajo dignifica”.
—R: ¿Y qué le respondió Ud?
—P: Tronco, ¿qué crees? ¡Que a ver si se había fumado un alga en mal estado!
—R: Pero no se le puede hablar así a un compañero, y más, siendo un dios.
—P: Ese Ponos es un trepa, un correveidile, pisaría la cabeza a otros dioses con tal de quedar bien ante Zeus. Todo por el vil metal, claro. Quítale tú el sueldo al tío este y verás como no quiere hacer informes en Word nunca más. ¡Anda y que se vaya a Troya!
—R: Tiene Ud. razón, aunque, en todas las empresas hay gente así. (Observa sus notas por unos segundos…) Es una lástima, porque habíamos venido hasta aquí únicamente para hablar de este asunto con Ud. Pero ya vemos que se encarga de otros menesteres…
—P: Mira majo, ahora me pillas en una etapa de cambio. Mandé al carajo los proyectos marinos, se me quedaba la piel muy mal. Me he matriculado a distancia en un máster de marketing y redes sociales.
—R: Ah.
—P: Y te voy a ser sincero: lo hago para ver videos de gatitos. Me han dicho que son criaturas extraordinarias y que tuiter está lleno de ellos. Aquí en el mar no tenemos de eso (señala con el tridente un congrio que nada a lo lejos).
Criaturas peludas comportándose como tales.
—R: Le comprendo, sí.
—P: (mete tripa y se recoloca el delantal de la Sirenita)
—R: Bien, le dejamos que siga con sus cosas.
—P: Oye, quédate a papear, esto huele que alimenta, el anisakis le da un retrogusto de muerte.
—R: No, no, que luego tengo que justificar ante mi jefe las horas que he dedicado a la entrevista y me va a poner cara de empacho de alubias.
—P: ¡Que le den! Me has caído bien, vente pa’ ki abajo, al fondo del mar. Te relajará. ¡Justo tengo un vecino que alquila habitaciones, gastos incluidos!
—R: Oh, ¿en esta misma calle? ¿Quién?
—P: Un tal Bob Esponja.
—R: Quita, quita…
Gente indigna
Nos ponemos serios (risas). Aquí los compañeros de putolunes y el que os escribe esto, hemos visto mucha gente indigna en nuestras vida laborales, señal inequívoca de que el trabajo y la dignidad son cosas bien distintas.
Tenemos ejemplos mil: don nadies que ascienden a jefecillo (aunque sea de 3 personas) y se creen dueños de tu vida, ingenieros alfa que no se lavan las manos después de ir al baño (ni antes), gente que se escaquea en sus tareas pero va a tomar el café todos los días con el responsable de RRHH… ya me entendéis.
Precisamente, un compañero de redacción es fan de Eva Hache y nos recuerda este genial monólogo (en la miniatura parece un demonio, pero es ella):
La grandísima Eva Hache.
Reflexión: trabajo Vs ocupación
Trabajo, trabajo, trabajo… ¿no sería más deseable, eso sí, tener una ocupación, algo que nos realice de verdad, con la que estemos satisfechos?
Claro, pero para vivir necesitamos dinero, y ¿si lo que me llena es pintar paisajes campestres al óleo?
Aquí os dejo la clave: liberados el dinero, ya no tendríamos que poner el despertador a las 7AM, estar encerrados en una oficina 8 horas al día mirando una pantalla, soportar las estupideces de nuestro jefe o realizar tareas que aportan un valor nulo a la sociedad… suena bien, ¿a que sí?
Y tendríamos libertad para hacer lo que quisiéramos. ¿Qué pensáis?
Chiste anti-lunes
Lo que os gusta:
Durante una entrevista de trabajo:
—Bienvenido. Comenzará ganando 900 euros y más adelante le subiremos el sueldo a 1500 euros.
—De acuerdo, pues ya vendré más adelante.
Feliz lunes
Desde putolunes os deseamos un feliz lunes y un buen comienzo de la semana laboral (cruzamos dedos). Tened cuidado con el lunes.
Créditos: imagen original libre de Poseidón en Pikist.
¿Os apetece hacer unos hoyos? O, mejor, simplemente ¿dar un paseo por uno de esos campos de golf tan bonitos, con pequeños lagos (perdón, obstáculos de agua) y arbolitos?
Todo ello lejos del trabajo, claro. Bueno, lejos… lejos… ¡o cerca! (seguid leyendo, por favor)
Vivencias extremas
Nos dice un compañero de la redacción que eso del golf es cosa de ricos… no sé. Podríamos abrir un debate sobre la cuestión, pero no un lunes. Bastante complicados son ya.
En este post os traemos una historia basada en hechos reales… o, más bien, un historia 100% real. Nos la cuenta en primerísima persona un amigo de un amigo de un colaborador nuestro, y es algo que le sucedió cuando aún era joven e inexperto. La transcribimos a continuación:
La historia que os voy a relatar es de hace ya unos cuantos años, perdonad si no me acuerdo de todos los detalles…
Resulta que yo andaba trabajando como consultor (omitiré el sector por un tema de privacidad), de proyecto en proyecto, cuando -de repente- mi jefe pronunció las fatídicas palabras: “te vamos a mandar a un proyecto estratégico”.
Inmediatamente, pensé: si fuera estratégico, no me mandarían a mí. Sin embargo, resté importancia a este detalle, y asentí con la cabeza.
En cuestión de días, estaba ya en otra ciudad, en un nuevo proyecto. ¿Sería interesante? ¿Sería una encomienda desafiante? ¿Me haría mejor persona?
Sin duda, lo fue. Para empezar, mi empresa me había acomodado en un alojamiento “algo” lejano al lugar de trabajo, y tampoco era plan (qué tonto era yo) de ir en taxi… así que, para llegar a la oficina del cliente, tenía que utilizar 3 transportes diferentes: metro, tren, y el autobús del polígono empresarial. Total: 1 hora y media aproximadamente. Me daba tiempo a leer el periódico dos veces y a completar el crucigrama (esto último, una sola vez, como es lógico).
El edificio, al menos, era chulo, con una fuentecilla en la entrada, plateado, limpio, muy bonito de ver… por fuera.
Mi silla se ubicaba al fondo de un gran salón con mas sillas, dispuestas en filas, presididas (al estilo de una clase de primaria) por la mesa del jefe de departamento. No entraré a describirle, porque daría para otro relato entero.
Ese aula, digoooo, sala, salvando las distancias, se parecía a las galeras de las películas de romanos, con el (perdón por la expresión) negro del tambor encarnado en jefe rechoncho de mediana edad y unos 25-30 galeotes con corbata y camisa arremangada tecleando como posesos en sus respectivos asientos.
Aunque, no todo era malo, o eso intenté creer en aquel momento. Al fondo, detrás del negro, había unos ventanales de considerable tamaño. A través de ellos, se contemplaba en su máximo esplendor un campo de golf. Concretamente, el hoyo 4 y parte del 5 (efectivamente, esa rima que tenéis en la cabeza, es la que pronunció mi jefe -mentalmente- en el momento de asignarme al proyecto).
Las primeras semanas, era incluso relajante: trabajabas, levantabas la vista del ordenador un par de minutos, y ahí estaban. Los socios del club echando unos hoyos (¿se dice así?) y paseando por el cuidado césped de aquel selecto campo.
Pero, lo que fueron semanas, se convirtieron en meses, y, por motivos varios que no contaré por no alargarme, la estancia en esa oficina se fue haciendo más tediosa. Nada que no suela pasar, keep calm & sigue cobrando a final de mes. Pero, el 18 de mayo de ese año sucedió algo que me abrió los ojos: ese día, ignoro la hora exacta, descubrí que los documentos sobre los que yo estaba trabajando (yo los ampliaba y/o actualizaba con más información) y que una persona anterior a mí había dejado guardados, contenían, vamos a decir… “textos adicionales”.
Este trabajador (más amargado que beber un bitter kas solo en tu casa el día de tu cumpleaños), había dejado una especie de diario con sus vicisitudes oficinescas, esparcido de manera aleatoria entre las infumables páginas de los aún más infumables documentos de tan estratégico proyecto.
Frases como “ya queda menos para abandonar este infierno”, “mal día elegí para dejar de fumar” o chistes varios (muy buenos, eso sí) salpicaban las hojas de aquel <<manual de explotación y procedimientos críticos – parte I>>.
Siguieron pasando las semanas y, al tedio y descontento laboral, se sumó el calor. Los días, con sus 8 horas, transcurrían agónicamente entre la lectura de archivos .doc, paseos a la máquina de café, pensamientos de huida al Caribe, lectura de frases de mi predecesor y furtivas miradas a la cautivadora banderita amarilla del hoyo 5.
Lo tuve claro, era cuestión de elegir: vivir o morir (en vida). Disfrutar del verano en ciernes como los señores que le daban al hierro 7 o pasar mis mejores días de juventud como un esclavo moderno (también llamado asalariado).
Esa misma semana, avisé a mi jefe/gerente y propuse una fecha para mi salida del gran proyecto. Cómo decirlo… no se lo tomó muy bien (qué mal queda insultar por teléfono a un subordinado, no lo hagáis). En cualquier caso, visto en perspectiva, fue algo 100% positivo para todas las partes: tanto para él (consiguió a otra persona más barata para hacer lo mismo), como para mí (cambié a una vida mejor), como para el proyecto (ahora tendría chistes y frases de dos personas distintas, para deleite de nuestro sucesor).
Y fin. Ya siento haberme alargado…decidme en qué tele va a salir mi historia, que le hará ilusión a mi madre.
* Ya lo sentimos, pero no vas a salir en la tele 😛
¿Y vosotros? ¿qué habríais hecho? ¿qué elegís? ¿vida o no vida? ¿jugar al golf o ver cómo juegan otros? Comentarios, quejas e insultos al final del artículo, por favor.
(Todos aquellos links o textos del tipo “cheap viagra” o “enlarge your penis” serán marcados como spam y reportados a las autoridades competentes, estáis avisados.)
Golf, ese deporte
Vamos a ver, siendo sinceros: de golf no tenemos ni idea, lo hemos elegido de tema porque venía a cuento con la historieta. Por tanto, si has entrado al artículo porque ya sabes de qué va esto, puedes ir directo al chiste anti-lunes, dejar tu comentario de odio y/o dedicarte a hacer otras cosas de provecho.
Hemos recurrido a un conocido de nuestros editores, aficionado a este tema de los palos y la bolita, pero, le hemos llamado, y claro, estaba jugando. Así que ha pasado en moto de colaborar con nosotros.
Dado que no hay entendidos en la redacción sobre el asunto que nos atañe, hemos googleado (¿habrá aceptado la RAE este palabro?) y os ponemos a continuación algún video y curiosidades varias para, al menos, entreteneros el lunes 😉
Hemos encontrado un campo chulo, a la altura del citado en el relato. Imágenes a vista de pájaro y explicación del mismo, a continuación (video serio):
Un señor campo de golf.
Y, como somos muy tontos, otro video a nuestro nivel (video simio):
Simios humanoides haciendo monadas.
Cosas del golf
Leyendo un poco más, resulta que hemos aprendido de qué va y, además, nos han llamado la atención algunas cosas al azar. Por ejemplo:
El deporte moderno del golf parece que tiene su origen en Escocia, aunque hay quien dice que se jugaba a algo similar ya en la antigua China.
Si juegas al golf (aunque no solamente los jugadores de este deporte lo padecen) puedes contraer epitrocleitis o codo de golfista.
Si lo vuestro es andar, los campos de golf suelen tener, como mínimo, 4-5 km para patear. Aunque, dependiendo de si son para profesionales o no, podríamos hacernos más o menos kilómetros. Éste en Australia, se pasa un poco… su mapa con los hoyos, descargable en PDF, aquí.
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