Mitos y leyendas: el trabajo dignifica.

putolunes.es | TRABAJO - El trabajo dignifica.

Inauguramos con este post la sección de mitos y leyendas del mundo laboral. Hoy: “el trabajo dignifica”.

Para sumergirnos en el tema, entrevistamos en exclusiva a Poseidón, en su casa del municipio griego de Villa del Mar:

—Reportero putolunes: Sr. Poseidón, hola, ¡buen lunes!

—Poseidón: Pasa, pasa, ven a la cocina, que estoy preparando unas sardinitas fritas…

—Reportero putolunes: (tosiendo por el humo) sentimos interrumpirle, pero queremos hacerle unas preguntas sobre mitos y leyendas y, pensamos que Ud., como deidad que es, nos podría responder adecuadamente.

—Poseidón: ¡Dispara!

—R: Si me permite, iré directo a la pregunta. Veníamos a confirmar que el trabajo dignifica. ¿Qué nos puede decir de ello?

—P: ¡Mekagüen yo mismo! (lanza una sardinilla enharinada contra el suelo) ¡Siempre igual! ¡¡¡Eso no me corresponde!!! Los temas laborales los lleva Ponos… el reponsable de trabajo y rollos laborales.

—R: Perdone Ud., lo sentimos muchísimo. No queríamos molestar. ¿Vive cerca ese tal Ponos? ¿Sabría si nos podría atender?

—P: Puf, macho, no sé. La verdad es que me enfadé con él hace tiempo.

—R: ¿Por?

—P: Nada, un día, yendo a currar, a las 7 de la mañana, va y me suelta: “Posi, colega, el trabajo dignifica”.

—R: ¿Y qué le respondió Ud?

—P: Tronco, ¿qué crees? ¡Que a ver si se había fumado un alga en mal estado!

—R: Pero no se le puede hablar así a un compañero, y más, siendo un dios.

—P: Ese Ponos es un trepa, un correveidile, pisaría la cabeza a otros dioses con tal de quedar bien ante Zeus. Todo por el vil metal, claro. Quítale tú el sueldo al tío este y verás como no quiere hacer informes en Word nunca más. ¡Anda y que se vaya a Troya!

—R: Tiene Ud. razón, aunque, en todas las empresas hay gente así. (Observa sus notas por unos segundos…) Es una lástima, porque habíamos venido hasta aquí únicamente para hablar de este asunto con Ud. Pero ya vemos que se encarga de otros menesteres…

—P: Mira majo, ahora me pillas en una etapa de cambio. Mandé al carajo los proyectos marinos, se me quedaba la piel muy mal. Me he matriculado a distancia en un máster de marketing y redes sociales.

—R: Ah.

—P: Y te voy a ser sincero: lo hago para ver videos de gatitos. Me han dicho que son criaturas extraordinarias y que tuiter está lleno de ellos. Aquí en el mar no tenemos de eso (señala con el tridente un congrio que nada a lo lejos).

Criaturas peludas comportándose como tales.

—R: Le comprendo, sí.

—P: (mete tripa y se recoloca el delantal de la Sirenita)

—R: Bien, le dejamos que siga con sus cosas.

—P: Oye, quédate a papear, esto huele que alimenta, el anisakis le da un retrogusto de muerte.

—R: No, no, que luego tengo que justificar ante mi jefe las horas que he dedicado a la entrevista y me va a poner cara de empacho de alubias.

—P: ¡Que le den! Me has caído bien, vente pa’ ki abajo, al fondo del mar. Te relajará. ¡Justo tengo un vecino que alquila habitaciones, gastos incluidos!

—R: Oh, ¿en esta misma calle? ¿Quién?

—P: Un tal Bob Esponja.

—R: Quita, quita…

Gente indigna

Nos ponemos serios (risas). Aquí los compañeros de putolunes y el que os escribe esto, hemos visto mucha gente indigna en nuestras vida laborales, señal inequívoca de que el trabajo y la dignidad son cosas bien distintas.

Tenemos ejemplos mil: don nadies que ascienden a jefecillo (aunque sea de 3 personas) y se creen dueños de tu vida, ingenieros alfa que no se lavan las manos después de ir al baño (ni antes), gente que se escaquea en sus tareas pero va a tomar el café todos los días con el responsable de RRHH… ya me entendéis.

Precisamente, un compañero de redacción es fan de Eva Hache y nos recuerda este genial monólogo (en la miniatura parece un demonio, pero es ella):

La grandísima Eva Hache.

Reflexión: trabajo Vs ocupación

Trabajo, trabajo, trabajo… ¿no sería más deseable, eso sí, tener una ocupación, algo que nos realice de verdad, con la que estemos satisfechos?

Claro, pero para vivir necesitamos dinero, y ¿si lo que me llena es pintar paisajes campestres al óleo?

Aquí os dejo la clave: liberados el dinero, ya no tendríamos que poner el despertador a las 7AM, estar encerrados en una oficina 8 horas al día mirando una pantalla, soportar las estupideces de nuestro jefe o realizar tareas que aportan un valor nulo a la sociedad… suena bien, ¿a que sí?

Y tendríamos libertad para hacer lo que quisiéramos. ¿Qué pensáis?

Chiste anti-lunes

Lo que os gusta:

Durante una entrevista de trabajo:

—Bienvenido. Comenzará ganando 900 euros y más adelante le subiremos el sueldo a 1500 euros.

—De acuerdo, pues ya vendré más adelante.

Feliz lunes

Desde putolunes os deseamos un feliz lunes y un buen comienzo de la semana laboral (cruzamos dedos). Tened cuidado con el lunes.

Créditos: imagen original libre de Poseidón en Pikist.

Un comentario en “Mitos y leyendas: el trabajo dignifica.”

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